Cada día es más común encontrar en las consultas casos de alergias y problemas respiratorios, sobre todo entre los más pequeños.
En muchas ocasiones no hay tratamiento efectivo ni a largo plazo de los síntomas, por lo que la prevención es fundamental para mantener a control los síntomas y evitar posibles empeoramientos.
Por eso, hoy en este post queremos hablaros sobre los agentes alérgenos más frecuentes, los síntomas que producen y lo más importante… ¡cómo eliminarlos!.
En todos los procesos alérgicos así como los problemas respiratorios derivados el factor común es la sustancia alérgena que se introduce por las vías respiratorias produciendo irritación de las mucosas y desencadenando los molestos síntomas asociados.
El aumento de éstas sustancias o agentes alérgenos en el ambiente coincide con altos niveles de contaminación, sobre todo en las grandes ciudades, y al proceso natural de polinización de las flores, plantas y árboles.
Sin embargo, aunque parezca increíble, muchos estudios demuestras que el mayor número de sustancias irritantes y nocivas para nuestra salud están en el propio domicilio.
AGENTES ALÉRGENOS EN EL DOMICILIO:
Los ácaros del polvo acumulado en sofás, alfombras, peluches, sábanas, colchones…
Restos de piel y de pelos nuestros y de nuestras mascotas.
Esporas de moho, partículas de humo… actúan como alérgenos, provocando alergias o problemas respiratorios graves y serios en personas asmáticas o más sensibles.
SÍNTOMAS:
La gravedad y la duración depende mucho de la sensibilidad del niño, puede ser estacional o continuo durante todo el año. Nos podemos encontrar desde secreciones nasales continuas, picor de ojos, nariz y garganta, estornudos frecuentes e incluso en reacciones más graves con broncoespasmos y agudización de procesos asmáticos.
La presencia de sustancias contaminantes en el ambiente del hogar también se asocia con malestar general, dolores de cabeza y cansancio o decaimiento crónico.
SOLUCIONES:
- Ventilar DIARIAMENTE alrededor de 10 minutos, todas las estancias de la vivienda.
- Retirar el polvo de todas las superficies del hogar frecuentemente.
- Utilizar el aspirador para suelos y alfombras cada dos días.
- Cambiar sábanas y limpiar colchones semanalmente.
- Reducir el número de peluches sobre todo de pelo largo y lavarlos varias veces al año.
En caso de agudización de los síntomas, presencia de humo de tabaco o mascotas en el domicilio sin duda la mejor opción es la utilización de un purificador de aire.
Con el purificador de aire conseguiremos eliminar el 99,97% de los elementos contaminantes que hemos hablado antes.
Lo que es más interesante es que con capaces de captar microorganismos como virus y bacterias responsables de enfermedades respiratorias por contagio aéreo como los de la gripe, neumonía o la tan temida bronquiolitis en bebés.
Con esta característica evitaremos el contagio entre hermanos o ente otros miembros de la familia con el niño o bebé.
Además los dueños de mascotas conseguiremos atrapar todos los pelos y suciedad que desprenden al aire e incluso eliminar el olor que pudiera percibirse en la casa al convivir con una mascota. Mejorando notablemente los síntomas en las personas alérgicas a los pelos.
En conclusión, si seguimos unas correctas rutinas de limpieza e incorporamos un purificador de aire a nuestro hogar conseguiremos un ambiente más puro y sano, reduciendo las posibilidades de contagio de enfermedades por el aire y renovando y mejorando el aire de olores y partículas no deseadas.
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