Tu bebé ha cumplido los 6 meses, ¡ha llegado la hora de incorporar nuevos alimentos a su dieta!
Es un momento de cambio que las familias vivimos con gran alegría. Vemos que nuestro bebé ya es capaz de mantenerse sentado con apenas algún apoyo, muestra interés por lo que comemos, es capaz de coger alimentos y llevarlos a la boca… ¡el bebé se hace mayor!
Sin embargo, acompañando esta alegría, es normal sentir cierto miedo e incertidumbre. Se trata de un gran cambio de hábitos, organización y costumbres para toda la familia.
¿Por dónde empiezo? ¿Qué le ofrezco primero? ¿A qué hora se lo doy? ¿Cuánto tiempo espero para incorporar algún nuevo alimento?…entre muchas otras dudas.
Hace no mucho tiempo (y todavía en algunas consultas pediátricas y de enfermería lo seguimos viendo) la introducción de nuevos alimentos a la dieta del bebé se indicaba siguiendo un riguroso listado de indicaciones en el que el pediatra indicaba qué día debíais introducir tal o cual alimento. ¡Y cuidadín con que el niño probara el albaricoque antes de tiempo!
A día de hoy, el enfoque es justo el contrario. Gracias al avance de la investigación en nutrición y alimentación infantil, sabemos que a partir de los 6 meses los alimentos deben introducirse sin especiales restricciones, siendo la leche (materna a ser posible) el principal alimento del niño hasta los 2 años de vida.
Desde nuestra experiencia, resulta evidente que entre esta “libertad” para empezar y el exceso de información que existe con nuevos métodos de alimentación del bebé, como el BLW por ejemplo, los padres necesitáis saber si lo estáis haciendo correctamente: ¿Se está alimentando bien mi bebé? ¿Es nutritiva y completa su dieta?
En el post de hoy os contamos aquellas consideraciones que independientemente del método que elijáis para introducir los nuevos alimentos ¡Debéis tener en cuenta!
1- Tú decides qué come el bebé.
Ser los responsables de la alimentación de nuestro bebé nos presenta una oportunidad única a los padres. Podemos presentarle los sabores, texturas y olores que deseamos que conozca y pruebe. ¿Te imaginas que le gustasen más los sabores de las frutas y de las verduras que de dulces, embutidos o snacks?
¡Esto es posible! Y está en nuestra mano.
Debemos aprovechar esta oportunidad para ofrecerle menús saludables y nutritivos, en base a alimentos naturales ¡Tienes la oportunidad de habituar su paladar e inculcar buenos hábitos de alimentación y nutrición para toda la vida!
Somos los adultos los que debemos inculcarles y enseñarles lo que es bueno y malo para ellos, desde el principio. No es lógico permitir que se acostumbren a sabores muy dulces o salados por ejemplo para que de adultos tengan que luchar contra esa costumbre.
2- Tú decides Cómo come el bebé.
Para hacerlo bien, es fundamental entender que la forma de educación más potente es el ejemplo familiar.
- Ambiente tranquilo y relajado durante las comidas, en el que se fomente la comunicación e interacción familiar.
- Variedad de alimentos en los platos de padres y hermanos.
- Hábito diario: hacer de un buen hábito una costumbre, requiere que ese hábito se repita siempre igual todas las veces.
Hay muchas formas válidas de alimentar al bebé: papillas caseras, potitos, trozos…Es importante optar por aquello que os haga sentir más seguros y convencidos.
Debemos tener confianza en las habilidades que progresivamente irá adquiriendo el bebé, evitando el abuso de papillas o purés más allá de lo estrictamente necesario ya que debe aprender a masticar y tragar cuanto antes.
A los 8 o 9 meses el bebé debe tomar alimentos grumosos o semisólidos.
A los 12 meses debe compartir la comida familiar.
3- Tú decides cuándo come el bebé.
El horario y orden para las comidas está muy influido por la cultura, que a su vez varía según el clima y hábitos de cada región. Existe gran diversidad en este sentido, y no es un factor al que debamos prestar gran atención. Si la fruta o la verdura se la toma por la mañana, a mediodía o media-tarde, no es lo importante, sino ¡que la tome diariamente!
4- El niño decide cuánto come.
Es importante que los adultos aprendamos a identificar y respetar la sensación y señales de saciedad en el bebé. Está demostrado que el metabolismo puede ser muy variable de un niño a otro, por lo que, siempre que el menú que ofrecemos al bebé cada día sea variado y completo, su curva de peso será la que nos indique si es suficiente o no lo que come el pequeño.
5- Alimentación paso a paso con cualquier método.
– Durante el primer año el alimento principal del bebé continuará siendo al leche (materna o artificial) a demanda. El resto de alimentos complementarán la dieta que será a base de leche.
– Todos los grupos de alimentos deben introducirse a partir de los 6 meses, sin un orden establecido:
– Cada nuevo alimento se probará durante unos 3 a 5 días antes de introducir uno nuevo, de forma de identificar la reacción y gusto del niño ante cada sabor, posible intolerancia o alergia. No hay evidencia que retrasar la inclusión de ningún grupo de alimentos reduzca el riesgo de alergias.
– Sea cual sea la forma en la que das el alimento a tu bebé, NO debes ofrecerle antes de los 2 años:
Sal / azúcar / aditivos / miel cruda / huevos, carnes y pescados poco hechos/algas/ leches o tortitas de arroz/ zumos industriales/ gaseosas/ te o café.
Este ha sido un resumen con nociones básica sobre cómo empezar con la alimentación complementaria de los bebés, si quieres saber más sobre alimentación infantil y cómo introducir los nuevos alimentos con el método Baby Led Weaning de forma segura, pídenos información sobre nuestro taller de BLW personalizado, online o presencial en Madrid.
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