Muchas familias acuden a nuestra consulta con dudas respecto a la necesidad o no de dar vitamina D a sus bebés durante el primer año de vida, y de ser así, qué cantidad deben dar.
La vitamina D es esencial para que el calcio se fije en nuestros huesos. Sin esta vitamina, da igual todo el calcio que tomemos, nuestros huesos crecerán frágiles.
¿Cómo conseguimos los aportes necesarios de esta vitamina?
La vitamina D (colecalciferol) se sintetiza o fabrica principalmente en nuestra propia piel al exponerla al sol. La dieta es otra de las fuentes de esta vitamina, pero los alimentos naturalmente ricos en vitamina D (pescado azul, huevos…) son escasos y por ello muchos alimentos del mercado se encuentran “fortificados con esta vitamina”.
Los adultos sanos, salvo que sigamos una dieta muy estricta o que no realicemos casi vida al aire libre, no suele ser preciso tomar suplementos de vitamina D.
¿Pero qué pasa con nuestros peques?
Pues que si tenemos en cuenta que las dos fuentes más importantes de vitamina D son la exposición solar sin protección y la dieta, nos encontramos con que la posibilidad de déficit de vitamina D durante esta etapa de la vida es bastante alta.
De hecho, se siguen comunicando casos de raquitismo (déficit de vitamina D) en países con muchas horas de luz al día.
Por todo ello, y aunque es un tema que en los últimos años ha generado gran controversia en las principales Sociedades Científicas, la recomendación de cómo, cuándo y cuánto suplemento de vitamina D se necesita en cada caso, deberá ser individualizada según los siguientes criterios:
En los menores de 1 año, la indicación de suplemento variará según el tipo de alimentación que realicen:
- Lactantes con lactancia materna exclusiva: indicada durante el primer año de vida. Se debe iniciar los primeros días ya que el contenido de vitamina D en la leche materna es bajo.
- Lactantes alimentados con fórmulas. Se debe iniciar los primeros días de vida hasta que el bebé sea capaz de tomar 1 litro de fórmula al día, dado que las fórmulas artificiales contienen aproximadamente 400UI de vitamina D/litro.
- Prematuros: el pediatra irá modificando la dosis a razón de 200UI/kg/día hasta un máximo de 400UI/día hasta cumplir los 12 meses de edad corregida.
En los niños sanos mayores de un año, el suplemento de vitamina D ya no será necesario siempre que:
- Su dieta sea variada y que incluya 1L de leche al día.
- Realicen actividad al aire libre que garantice una exposición solar diaria segura y suficiente: exposición de rostro y brazos o piernas descubiertos y sin protección solar durante 10 minutos al día. El Uso de factor de protección solar mayor a 8 inhibe síntesis de vitamina D en más de un 95%.
¡Y Recuerda!
- Ofrece la vitamina directamente en la boca o en una cucharilla, si lo disuelves en el bibe u otro líquido es posible que desperdicies gran parte de la dosis y no sepas con certeza la cantidad ingerida.
- Ante olvidos no debes duplicar la dosis, simplemente continúa al día siguiente con la dosis habitual, a la hora de siempre.
- Si estás embarazada, consulta con tu médico la necesidad de recibir suplementación ya que las necesidades de vitamina D durante el embarazo son casi el doble (600-800UI).
Datos extraídos de:
AEP: Recomendaciones de la ingesta de calcio y Vitamina D Posicionamiento del Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría.
¿Te parece interesante? ¡ Compártelo !