
Antes o después a todos los niños sanos les llega el momento de dejar el pañal.
Normalmente, con la llegada del buen tiempo, aquellas familias con niños entre 18 y 24 meses empezáis a pensar cómo hacerlo.
Muchas veces motivados por nuestros peques, que empiezan a hablar del “pipí “ y “la caca”. Otras veces porque nos agobia pensar que el curso siguiente pasarán al cole y se espera que ya no lleven pañal.
Es una etapa que nos estresa un poco. No sólo por el hecho de tener que estar pendientes, sino también porque nos recuerda que nuestro peque va dejando de ser un bebé.
En nuestra experiencia, es habitual ver muchas familias que atraviesan esta etapa del desarrollo sin mayores complicaciones, y otras en las que, por el contrario, el proceso parece no tener fin. ¿En qué radica esta diferencia?
El caso es que aunque el control de esfínteres tenga mucho de “conductual” también tiene mucho de madurez fisiológica.
Por eso, para que esta etapa fluya sin tensiones ni retrocesos, es importante abordarla con información adecuada, sin adelantarnos, y manteniendo una comunicación asertiva con los niños.
¿En qué consiste el control de esfínteres?
El control de esfínteres es la capacidad de reconocer la sensación de vejiga/recto llenos y ser capaz de decidir cuándo y dónde vaciarlos.
Es un proceso que requiere que el reflejo de micción y defecación estén fisiológicamente maduros. Y a la vez, que el niño sea capaz de coordinar diferentes áreas motoras y neurológicas. Porque todo el proceso, de “ir al baño”, implica que sea capaz de realizar otras actividades como: desvestirse, sentarse, defecar u orinar, volver a subirse el pantalón, calzoncillo o braguita, accionar el depósito de agua (si no utiliza orinal) y lavarse las manos.
Todo ello suele darse entre los 18 y 36 meses de edad. Es habitual que controlen primero la caca antes que el pis, y que lo controlen antes por el día que por la noche.
¿Cómo saber si están preparados?
Es importante no precipitarnos. En nuestra experiencia, muchas familias se ponen a plan en el mismo momento que el niño/a avisa de que tiene “pis” o caca” por primera vez. Sin embargo, es normal que pasen varios meses desde el momento que “avisan” hasta el momento que realmente están preparados para controlar.
Recordemos que en la evolución natural del reflejo de micción o defecación, lo primero que aprendemos es a reconocer la sensación de “vejiga o recto lleno”. Esta sensación la expresarán como “tengo/quiero pis o caca”, lo que en ningún caso implica que puedan controlar cuándo y dónde vaciar.
Retirar el pañal de forma anticipada, expondrá al niño a sufrir muchos “escapes”, que en idioma niño se traduce en “frustración” que podíamos ahorrarle si entendemos cómo evoluciona el reflejo y esperamos un poco más de tiempo a retirarle el pañal.
Además, hay otras señales a tener en cuenta:
- Señales Cognitivas: se interesan por ver qué hay en el pañal, por acompañarnos al baño, nos avisan que han hecho pis o caca.
- Señales Motrices: pueden saltar con los dos pies juntos, son capaces de sentarse en orinal o wáter (con adaptador) por su cuenta, saben bajarse y subirse los pantalones.
- Señales Neurológicas: permanecen secos durante al menos 2 -3 horas.
¿Cómo fomentar el control de esfínteres cuando ya está preparado?
- Con nuestro acompañamiento: creando una rutina. Procurando que se siente regularmente en el orinal, cada 2 o 3 horas y tras cada comida. Con los pies siempre apoyados, en el suelo o taburete. No más de 5 o 10 min, si no tiene deseo. Y si se levanta antes, no le perseguiremos.
- Con nuestro ejemplo: dejando que nos acompañen al baño si tienen curiosidad. Que vean que es algo natural que hacemos todos cuando lo necesitamos.
- Ayudándoles a reconocer sensaciones: ayudándoles y enseñándoles a identificar la diferencia entre estar seco y estar mojado, oler bien y oler mal. “La caca y el pis se hacen el orinal, porque así te quedas limpio y seco”. “¿Estás mojado?, vamos a cambiarte que seco se está mejor”. “La caca huele mal, mejor si la echamos al wáter”.
- Con nuestro lenguaje y feedback: los niños aprenden a base de repetir las cosas, sobre todo si son agradables. Por eso, sin exagerar, les felicitaremos ante sus logros: las pegatinas o caritas felices pueden ayudar mucho en el refuerzo positivo y utilizaremos lenguaje neutro antes los “escapes”: “vamos a cambiarte para que estés seco”.
Retirar el pañal paso a paso:
Lo más importantes es recordar que el proceso de control de esfínteres puede ser muy variable de un niño a otro, incluso entre hermanos.
En promedio, el control diurno total sucede entre los 2 y 3 años, y el control nocturno, entre los 3 y 4 años.
Por eso, hay que tomar este período con calma y no adelantarse.
Si se dan todas o casi todas la señales mencionadas, comenzaremos retirando el pañal por el día, pero manteniéndolo durante las siestas y noches.
Un vez constatemos que el pañal permanece recurrentemente seco tras las siestas, lo retiraremos durante la siesta.
Y ya en última instancia, si el pañal amanece seco duante al menos un par de meses, lo retiraremos por la noche.
Si a los 5 años de edad, el niñ@ moja la cama/pañal de forma regular, más de 2 veces por semana durante 3 meses, es conveniente consultar con el pediatra.
¿Te ha parecido interesante? ¡Compártelo!
Fue muy agradable leer tu artículo.