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Madre auténtica de mellizos

María Barrios es nuestra primera Madre Auténtica ¡y de mellizos! 

«Con 26 años la situación personal y familiar era perfecta. Tenía un buen trabajo, vivía en Madrid y trabajaba a 3 minutos de mi casa. El embarazo era muy deseado, ¡pero eran dos! Yo era primeriza y me asustaba mucho la idea de tener dos bebés a la vez, de no poder atenderlos, de no saber qué hacer, del gasto económico, etc. Mi familia me apoyó en todo momento, aunque desde el primer instante me aconsejaron que buscara la ayuda de alguien para poder atender a los niños. 

A pesar de ser considerado embarazo de riesgo por ser gemelar, llegué hasta la semana 37 sin ningún problema. Sin embargo, los últimos dos meses tuve que pasarlos en reposo absoluto, lo que requirió que mi madre tuviera que trasladarse desde otra ciudad para instalarse en mi casa y así poder realizar todas las tareas básicas por mi. Yo pasaba el día tumbada entre la cama y el sofá. Reconozco que tuve mucha suerte, no todo el mundo cuenta con una madre tan disponible y está claro que sin ayuda no hubiera conseguido llegar a término. Mis peques nacieron por cesárea y finalmente ¡conocí sus caritas!»

¿Qué recuerdas de “la vuelta a casa”?

Todo transcurrió con normalidad para ellos, pero la madre es la que sufre todo el proceso. Nadie piensa en las necesidades de la mujer, ¡ni nosotras mismas! Recuerdo que no podía ni levantarme de la cama para ir al baño, era horroroso subir y bajar escalones. Una cesárea no deja de ser una intervención quirúrgica y el proceso de recuperación es largo y requiere mucho apoyo. Más aún si sumanos el esfuerzo que significa la lactancia y la falta de sueño.

La lactancia es otra de las cosas que me resultó mucho más compleja de lo que me habían contado. La leche no me subió hasta los 6 días y tuve que apoyarles con biberones, que dicho sea de paso, yo no podía preparar porque me encontraba físicamente limitada. Por su parte, los mellis no terminaban de aprender a succionar adecuadamente y los primeros 10 meses recurrí a la lactancia mixta porque no engordaban lo suficiente.

El nacimiento de un hijo es la mayor de las alegrías en la vida de una mujer y de una pareja, pero también supone una serie de cambios para los que no estamos preparadas. El cambio físico sin ir más lejos. Somos mujeres, coquetas, femeninas, y en mi caso, además deportista. El embarazo, una cesárea y luego la lactancia dejan una huella eterna. Recuperarse requiere tiempo, paciencia, esfuerzo y ayuda especializada. Pero sobre todas las cosas, requiere tener planificado que tras el parto te interesará volver a verte «bien».

Volviendo a mi historia, a las dos semanas de vida de los mellizos nos dimos cuenta que la necesidad de ayuda era inminente y decidimos trasladarnos a vivir a mi ciudad natal donde contábamos con el apoyo y ayuda de mi familia. Yo dejaba para siempre mi trabajo fijo, mi ciudad, mi hogar, mis amigos, mi vida, ¡mi todo! Y a pesar de no estar nada conforme, ahora tenía que pensar en lo que era lo mejor para mis bebés.  En ese momento no conocía el servicio que prestan las Salus, pero de haberlo sabido, habría sido una excelente opción. Me habría evitado tener que cambiar mi vida y lo más importante, las cosas hubieran sido muchísimo más fáciles en la crianza de mis bebés.

¿Y el mes siguiente, cómo fue?

Noches sin dormir, días de lloros, de desesperación, de frustraciones, de impotencia. Tu vida cambia tanto que no sabes cómo organizar tanto desorden. No hay tiempo para nada, y menos para ti, claro. Una ducha, arreglarte, comer relajada y a tu hora, habl

ar con tus amigas o atender a tu gente es ¡misión imposible!

Estás dolorida a todos los niveles, te ves fea, con otra forma y más kilos de los que has tenido siempre. Llevas la ropa sucia porque tus bebés son tu prioridad y tú sola no puedes con todo. La casa está llena de trastos infantiles, no puedes ni recoger la cocina ni hacer la cama, todo tu tiempo se reduce a estar y atender a los bebés. Es verdad que mi caso fue todo por partida doble, pero recuerdo días y meses completamente desesperantes para una madre.

¿Os supuso un gran gasto la llegada de los mellizos? Entre las cosas que comprasteis y os regalaron, ¿cuáles dirías que fueron las más prácticas o útiles? 

No gastamos mucho presupuesto en cosas para los bebés, aunque nos regalaron el carro, que es la principal inversión. Ropa también recibimos mucha, por regalos y por herencia de amigos y familiares.

La gente en general invierte cantidades desorbitadas en habitaciones para el bebé o en carros atómicos que enseguida dejan de ser necesarios. También es verdad que recibes muchos regalos nada prácticos y es una pena que se malgaste ese dinero existiendo tantísima necesidad de ayuda por otro lado.Tras el parto, lo único que necesitas es recuperarte lo antes posible para atender correctamente a tus bebés.

¿Qué consejo le dejas a las futuras madres?

Mi principal consejo es que no subestimen el postparto. Que busquen apoyo y ayuda con antelación. Cualquier ayuda será poca durante los primeros meses.

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