¿QUÉ ES?
Se considera que un niño está estreñido cuando hace deposiciones muy duras sin tener en cuenta la frecuencia. Por eso, los lactantes (niños alimentados sólo con leche) no pueden tener estreñimiento.
En los mayores de 6 meses, la dieta inadecuada (demasiados huevos, carne, leche, bollos, dulces comerciales) y los hábitos incorrectos (aguantarse las ganas de defecar repetidamente, comer de prisa y sin horarios regulares o no intentar defecar todos los días) constituyen la causa principal del estreñimiento infantil.
¿QUÉ DEBO HACER EN CASA?
El niño debe sentarse en el retrete para intentar defecar todos los días a la misma hora, mejor después de alguna de las comidas.
Debe permanecer sentado 5-10 minutos. Puede entretenerse con algún libro o juego.
Hay que enseñarle que no debe aguantarse las ganas de ir al baño cuando sienta el deseo.
En relación con la dieta, lo principal es aumentar la ingestión de líquido (agua, zumos) y fibra (cereales con fibra, pan con fibra, frutas y verduras).
¿CUÁNDO DEBO CONSULTAR EN UN SERVICIO MÉDICO?
Cuando las heces sean duras y/o aparezca sangre en las heces.
Si el niño se manifiesta molesto, con dolor abdominal o irritable por el estreñimiento.
El niño vomita muchas veces, no tolera sólidos, ni líquidos.
CUESTIONES IMPORTANTES
No es imprescindible que tu hijo defeque todos los días.
El ritmo de las deposiciones es muy variables de unas personas a otras. En general, no hay que preocuparse del ritmo intestinal si el niño se encuentra completamente bien y no tiene ningún problema.
La mayoría de los casos de estreñimiento infantil (95%) no está producida por ninguna enfermedad.
No realice estimulaciones anales a lactantes de forma rutinaria y si no le han enseñado.
No debe administrar a su hijo laxantes, infusiones caseras, ni enemas, sin consultar con su pediatra.