Querida Ximena:
Aún no se como agradeceros vuestra gran ayuda. Siempre he tenido la teoría de que en los momentos difíciles hay ángeles que aparecen en tu vida con forma de persona, pues bien para mi y mi hija el domingo a primerísima hora de la mañana Ximena fue mi ángel «de guardia» virtual, la que de forma increíble a pesar de la hora y el día estaba ahí para contestar un mensaje que envié sin ninguna esperanza de que fuera ni siquiera atendido por una típica respuesta programada de las que saltan automáticamente.
No sólo contestaste con una velocidad que ni se espera de un familiar, también me tranquilizo, animó y me dio además ese cariño que va más lejos de lo que se podría definir como empatía.
Pero no solo eso, me dio una solución rápida y además eficaz a la cual le hizo un seguimiento continuo. Aunque verdaderamente esa «solución» no requería seguimiento, tan solo coordinación horaria y de localización de mi casa, puesto que esa «solución» si que era un ángel de carne y hueso, que se llama María, que llegó llena de conocimientos y cariño a mi casa, que con gran paciencia y dedicación y sin mirar el reloj se entregó de lleno a la solución de mi problema (a pesar de ser domingo, de llevar todo el día trabajando y de tener que hacerlo también al día siguiente).
Evidentemente de un servicio que se contrata esperas unos resultados, pero lo recibido ha sido mucho más que una solución eficaz. Esa misma noche era otra, a la mañana siguiente estaba mucho mejor, cuando volvió María a mi casa por la tarde ya era evidente y a las 24h mi problema estaba solucionado y lo más increíble es que notaba claramente que ella sinceramente estaba aún más feliz que yo y mi hija por ello.
Quizás haya muchos profesionales que puedan prestar el mismo servicio eficaz, pero dudo mucho que los haya capaces de aportar ese gran valor añadido humano y sin duda diferenciador en estos tiempos que en mi caso ha aportado María. Y todo sea dicho no soy madre primeriza, valoro mucho en qué me gasto el dinero (más aún en estos tiempos de inestabilidad y por desgracia a todos nos están afectando en mayor o menor medida), soy muy celosa de mi intimidad, no me resulta fácil abrirme a la gente más aún cuando estoy en tensión, y que mayor tensión que algo que depende de ti y que afecta a tu bebé de apenas 5 días de vida.
Podría seguir y seguir, ponerme más técnica valorando más aspectos del nivel del servicio, su calidad, su seguimiento pero ahora mismo no tengo mucho tiempo y creo que lo realmente importante queda descrito en estas palabras, aunque en el fondo siento que me estoy quedando muy corta. ¡Gracias por estar siempre ahí y por su seguimiento y muy especialmente GRACIAS a María, por habernos dado tanto en el milagroso tiempo de tan solo 4 horas y media!.
Por favor, no cambiéis nunca, no perdáis vuestra esencia ni vuestra humanidad…. es más… ojalá se contagien más de vosotras… tanto el personal sanitario como el de otras áreas profesionales…
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